octubre 26, 2013

POR TANTO BUSCAR ME OLVIDÉ HASTA DE MI.

Lloré una mañana en la que no recordaba quien era, o quienes era, da lo mismo; sigo siendo el mismo de siempre, o los mismos de siempre. Ese fue el comienzo del día más caótico de mi vida, o podría decir que fue el inicio de la vida más caótica, ese día. Recuerdo mi mirada fija en mi, todo aquel odio que solo un alma encarcelada podía sentir fluir dentro de su existencia como cualquier mortal sentía la mordida del desprecio, me miraba y me volvía a mirar y me hablaba, pero me hablaba a susurros, sin mencionar nada.

-Ya ríndete, nada es tan imposible como hacerte lograr todo lo que no puedes. –Susurraba por debajo de mi oído.

-No tengo toda la noche para escucharte… -Respondí en tono altanero. –Ya cállate y ayúdame, sirve de algo o mejor vete.

-Sabes bien que no me iré. –A regañadientes, como obligado.

Seguía mi labor de tropezar sin caer, me mantenía de pie, algo manco y quizás errante, pero miraba firme mi paso, sin perder de vista el camino. Fue cuando comencé a llorar, de la nada, no podía detenerme a cerrar los ojos y tampoco podía ver por el mar de gotas que tenía en la mirada, así que decidí abandonar el camino.

-Mejor renuncio y dejo que todo siga su curso, como debe de ser. –Me decía internamente con la intención de creerme relajado. –Que sea lo que Dios quiera.

-Tu Dios, querrás decir… -Inmediatamente me respondí sin diatribas, con más odio que al comienzo del día. Si te vas a rendir, nos rendiremos hasta la muerte, pero que nadie pueda llamarme enemigo porque, de mi parte, yo ya me rendí. -Diciendo esto me alegré y debo admitir que fueron palabras de poder.

-Pues no soy un demonio aun, así que algo habré avanzado. ¿Qué tan largo está el camino? La vida es un viaje forzoso, al menos para algunos. –Ya había dejado el pesar, se sentía muy tranquilo como el viento me llevaba la contraria, para dificultar mi travesía de personalidades.

El paisaje se despejaba de las penumbras nieblas, se veían montañas y playas, rocas, desiertos y pantanos brillantes, emocionados. Todo parecía tranquilo y callado, solo escuchaba el viento sin prisa, solo cantaban los animales por instinto. ¿Era todo tan tranquilo dentro de la realidad o es que ya estaba existiendo en otro plano físico? Parecía un sueño, o parecía una ilusión, no sé muy bien lo que parecía, pero se que todo pertenecía a mi mundo, el mundo de mis pensamientos. 

-Parece largo, pero también muy corto, hay mucha gente en el pero te aseguro que ninguno dispuesto a ayudarme. Pero el final ha de llenar este espacio vacío. –Me decía positivo, aunque mentiroso.


-Y es que por tanto buscar, me olvidé hasta de mí.


Algo inestable, es como si te sintieras débil. Eres tú, solo que más sumiso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario