Extraño esos días en los que te miraba,
que buenos aquellos días felices,
también esos cuando no importaba,
si, me importaba poco que estuvieras,
y aquellos en los que me sentí alegre,
porque solo eras una mas entre todas,
un rostro inerte e insignificante en mi vida
como esos momentos de simpatía.
Ahora, te veo con otros ojos,
los mismos quizá, pero mas hermosos;
detallo tu boca, tu pelo, tu tez y tu pecho,
me fijo en lo bello de tu cuerpo de mujer,
acomplejo mi vida con tu alma de joven
y admiro tus días, cercanos a los míos,
por que así haces que pueda sentir.
Ahora que lo pienso, no eres mía.
¿Por que la felicidad si no te tengo?
Si tanto me molesta no tener lo que quiero
y estallo en rabia por no lograr mi objetivo.
Pues soy triste como un perro de calle
que vive solo en su apatía inexpresiva
muriendo por la soledad.
Así me siento yo,
que al no tenerte se que soy tuyo,
que me quieres, que sin mi todo es nulo.
Seamos felices, tu y yo,
en este apático lugar en desesperación,
me hace rogarte que por favor
seas mía.
Te convertiste en algo importante,
eres todo lo que quiero
y necesito de tu cuerpo,
¿Sera por que me enamore?
Quizá esperar avivó el sentimiento
o solo la necesidad.
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Fuiste, como la ultima vez, para siempre mi inspiración. |
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